A punto de empezar mis vacaciones y con las maletas aún por hacer, reflexiono sobre la etapa que cerramos casi sin darnos cuenta.
En cada curso dejo buena parte de mí sin saber dónde me va a llevar pero sin poder parar, porque siempre se ha de seguir. Durante el proceso siempre hay una lección que aprender y mucho que compartir. Quiero agradecer públicamente a todos mis alumn@s vuestro saber estar, vuestro cariño, vuestro buen humor y vuestro esfuerzo, pero sobretodo quiero daros las gracias por acompañarme en mi trabajo. Un trabajo que es parte fundamental en mi vida. ¡Feliz Verano!