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Hace casi un año, en un tiempo ya muy lejano, había una vez una bella doncella que quiso obsequiar a su prometido sorprendiéndole en el que sería el día más feliz de sus vidas. Sólo quería cantarle una bonita canción al piano, interpretando ella misma aquélla letra en la que había estado pensando, y demostrarle así lo que era capaz de hacer por él.
Sólo había un obstáculo, no sabía tocar el piano…

Fue entonces cuando la bella Yosu acudió a mí, me contó su bonito secreto, y comenzó a tomar sus primeras clases. Desde estonces pasó a ser nuestro secreto.

Tras pocos meses de grandes progresos, un repentino accidente que le mantuvo alejada del piano durante más de 6 meses, sembró la incertidumbre sobre el propósito que nos habíamos marcado, aunque yo siempre supe que lo conseguiría, y creo que ella también lo sabía.

Por fin llegó el ansiado 13 de agosto y, pese a los nervios, la canción sonó preciosa y, sobretodo, nos emocionó a todos, tanto a los allí presentes, como a los que le mandábamos todo nuestro aliento en la distancia.

Gracias Yosune por demostrar que todos podemos alcanzar nuestros sueños, por difíciles que parezcan y, por supuesto, enhorabuena por tu matrimonio!!!

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