Ser profesor es la profesión más hermosa del mundo con una gran responsabilidad. Tenemos la obligación de hacer que nuestros alumnos sean mejores que nosotros. Cualquier cosa que les digamos (o no) puede cambiar sus vidas para siempre, transmitendo actitudes y comportamientos ante el estudio, la vida y la educación.
ABRIR Y MARCAR CAMINOS, ese debe ser nuestro objetivo.