La azaña de Gosling en la bellísima y nominadísima «La La Land» ha servido para obrar dos maravillas: la obra maestra de «La La Land» y el descubrimiento, para el propio Gosling, del placer de tocar el piano reconociendo, tras estudiar cuatro horas diarias durante dos meses y medio, que ha sido uno de los procesos más increíbles de su carrera.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.